miércoles, junio 20, 2007

Real Madrid logra la soñada victoria

Con gritos de “Raúl, Selección” y “Eto'o, cab.., saluda al campeón” fueron recibidos los integrantes del Real Madrid al aparecer en el balcón de la Casa de Correos.

Los aficionados que se dieron cita en la Puerta del Sol respondieron con vítores las palabras de los jugadores madridistas, que tomaron el micrófono para agradecer el apoyo “en los momentos más difíciles”.

“Esta liga es de ustedes, nadie nos ha regalado nada”, gritó el portero Iker Casillas desde el balcón, con el tradicional “We are the champions” de fondo.

Después de firmar el Libro de Honor, los integrantes del equipo se dirigieron a la Plaza de la Villa para ser recibidos por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y junto con él, escucharon desde el balcón a los miles de aficionados congregados que gritaban “Así gana el Madrid”.

El capitán del Real Madrid, Raúl, agradeció el apoyo, pero no pudo pronunciar palabra, por lo que Guti y Ramón Calderón completaron las frases del afónico número 7 madridista.

En el interior, Ruiz Gallardón elogió la voluntad, la elegancia, las ganas y el coraje del Real Madrid para conseguir su trigésimo título liguero. “La pasaron mal, pero hoy están aquí y son campeones. Los madrileños estamos agradecidos. Son los mejores”, dijo Gallardón.

El alcalde de Madrid también ha aprovechó el momento para pedir la colaboración a “la casa blanca” para la candidatura de la ciudad de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2016, algo que ha correspondido el presidente del club con promesas de cara a la decisión del Comité Olímpico.

Tras los discursos oficiales y la fotografía oficial, el alcalde obsequió a los jugadores una réplica de la puerta de Alcalá en miniatura, en reconocimiento a la labor futbolística de todo el año, con la ausencia destacada del inglés David Beckham y Roberto Carlos, entre otros.

A cambio, el equipo le regaló una camiseta con su nombre y el número 30 en la espalda.

Para finalizar el festejo, los jugadores se dirigieron a la catedral de la Almudena, en el centro de Madrid, para ofrecer el trofeo a la Virgen, patrona de Madrid, y donde Raúl y Guti fueron los encargados de portar la Copa junto a varios ramos de flores, arropados por los aplausos del público.

El arzobispo de Madrid, Rouco Varela, ofició una pequeña celebración religiosa que finalizó con una oración.

El colofón fue la fotografía que tomaron de todo el plantel ante el altar, que puso fin a la celebración oficial de la trigésima Liga tras cuatro años de sequía de títulos.